13.11.16

La Nube triste

Había una vez una nube que se llamaba Claudia y era muy llorona. Las demás nubes  le decían que por qué lloraba tanto y ella les contestaba que porque veía a los niños jugar con sus amigos en el parque y ella no podía; pero siempre soñaba con bajar a la tierra algún día.
 Una semana después,  pasó una estrella fugaz  y la nube le pidió el deseo de convertirse en una niña. La estrella se lo concedió. De repente Claudia apareció en ese parque que siempre veía. En ese instante una niña  llamada Julia se acercó a ella y le preguntó si quería ser adoptada. Ella le contestó que le encantaría. Julia consultó eso con sus padres y a ellos les  gustó la idea.
Cuando Claudia hizo una fiesta para celebrar su cumpleaños. Invitó a todos sus amigos pero todos le dijeron que no podían ir; sólo  asistieron  su madre, su padre y su hermana.
 Al día siguiente a Claudia le esperaba algo especial: sus amigos, con ayuda de su familia, le habían organizado una fiesta sorpresa. Cuando llego a su casa no se imaginaba lo que se iba a encontrar. Todos sus amigos salieron del escondite donde estaban guardados y le gritaron ¡sorpresa! Claudia se puso muy feliz por esta magnífica celebración.
Con esta historia  os quiero decir que si tenéis amigos  tenéis un gran tesoro, que los sueños se pueden hacer realidad y por lo último y muy importante, que una familia es lo más valioso  del mundo.
Victoria Álvarez Santos - 10 años

Uro y Chorco

Soñé  una vez con  unos perros llamados Chorco y Uro. Los dos perros eran muy guapos: Chorco era un pastor alemán cruzado con husky y Uro era un mastín blanco y atigrado.
Los dos querían que los adoptasen  por que les echaron a la calle cuando eran recién nacidos y nadie los quería. Tuvieron que pasar una vida muy dura huyendo de la perrera, apañándose  en la basura. Los dos perros tenían que dormir en cajas y a veces un perro más mayor que ellos se las quitaba.
Un día, una joven llamada Luz, pasaba triste  por la calle porque acababa de morir su pájaro Kurli. Luz  cuando pasó delante de los perros, no dudó en quedárselos para siempre. Les llevó a casa y les preparó una buena cena. Luego se fueron todos a dormir recordando lo maravilloso que había sido el día. Uro y Chorco no se durmieron fácilmente pensando en todo lo ocurrido.                                                 

Lucía  Pérez  Montes

26.10.16

Caperucita María y el lobo bueno

Había una vez  una  niña  llamada Caperucita María  que se fue de paseo   al  bosque. Allí  se  encontró  con  un  lobo muy  bueno que, con amabilidad, le preguntó si podía jugar con ella. A ella le encantó la idea porque estaba aburrida.
Primero  le llevó  a jugar a su casa y le dejó sus juguetes.
Después se fueron a casa del lobo a jugar con sus hijos.
Más tarde visitaron  a la abuelita de Caperucita María y por último el lobo acompañó a  Caperucita María  a su casa y le presentó a su madre. Como les gustaba mucho jugar juntos se pusieron a saltar a la comba hasta la hora de cenar.
Alexia, 7 años

29.9.16

El Rescate de Rosalinda

En  un bonito castillo, de un lejano país, vivía una princesa que se llamaba Rosalinda. El castillo estaba rodeado de jardines de rosas y  flores de muchos colores.
La bruja Brisas rondaba por los alrededores del castillo porqué quería ser una princesa malvada. Quería vengarse de su hermana Rosalinda. La envidiaba porque Rosalinda era guapa,  buena y tenía muchos amigos. Brisas quería ser tan  bella y tan princesa como su hermana Rosalinda;  pero no quería ser buena.
Un día por la noche la bruja Brisas rapto a Rosalinda  y dejo una nota al rey que decía…                        
 “Si quieres recuperar a Rosalinda, tendrás que nombrarme princesa”
Entonces el rey contrató a un príncipe valiente  para que rescatara a su princesa. El príncipe fue a rescatar a su princesa. Como la bruja sabía que no la iban a nombrar princesa coloco trampas. Una de ellas era un río con tiburones y cocodrilos; pero el príncipe no tuvo problema para saltarlo con su caballo.
Cuando el príncipe llegó al castillo, en el que estaba encerrada Rosalinda, se puso a escalarlo con tan mala suerte que calló un ladrillo y Brisas lo oyó. Bajo para ver lo que pasaba y vio al príncipe  que se puso a escalar a toda velocidad como si la vida le fuera e ello. Liberó a Rosalinda y bajaron  por una liana. Brisas los persiguió y fue ella quien se cayó en el río de los tiburones y cocodrilos.
Y los príncipes vivieron tranquilos para siempre.

Lola Osagiede Montes , Érika Varela Zapatero, África  González Martínez y Joao Alejandro Rodrígues 

23.9.16

Clados

Érase una vez en un reino muy muy lejano un demonio llamado Clados que gobernaba todo el Reino De Caulm. Era muy despiadado, sediento de sangre y sobretodo malvado. Aterrorizaba a los campesinos, pues era su actividad favorita y torturaba a las personas  por diversión.
Un día los campesinos  se unieron al ejército rey Alfonso y del reino  e intentaron derrotar  a Clados y a su ejército de demonios;   pero no lo consiguieron y Alfonso fue torturado hasta la muerte. 
 Su hijo Marlón fue escondido en los barrios pobres para que Clados y su séquito no lograrán encontrarle. Cuando tenía 34 decidió salir de la capital para explorar el reino.
Al cabo de días encontró a una joven que estaba a punto de ser comida por los ogros; pero el joven príncipe desenfundó su espada  y se deshizo de los ogros. La lucha estuvo muy reñida pero los mató. Marlón preguntó el nombre a la joven y esta le respondió que se llamaba Esmeralda. Clados se enteró de que el difunto rey tenía un hijo y que el mocoso encontró a Esmeralda, la gema del Partenón  de los Muertos.
Clados hizo todo lo posible para detenerles porque se había enterado de que existía una espada que podía matarlo. Al final los apresó pero, con la ayuda de sus amigos consiguieron escapar y matar a Clados y con él  cayeron todos sus ejércitos. 
Cuando marcharon al pueblo a celebrarlo llego la Vida y salvo a Clados convirtiéndole en  un alma inmortal…
 Continuará….
Autor: Corazón de Historiador - 12 años

16.9.16

Así soy yo

Hugo Santalla, 10 años

Mi nombre es Hugo. Soy un niño  alto, con los ojos grandes, pelo moreno y guapo. Soy  amigable, divertido, alegre, responsable, solidario y con buen carácter. Lo más importante es que me siento muy querido por todos.
 Me gusta la lucha libre, los perritos y me encanta estar con los amigos.

Voy  al colegio de los Agustinos y lo que más me gusta es jugar con mi mejor amigo que se llama Diego pero le llamamos Dimosko.

13.9.16

Eduardo, el dragón

Paula Santos García- 9 años
Érase una vez  un dragón  que se llamaba  Eduardo. Su color era verde, tenía bigote y siempre llevaba gorra de color naranja. Su casa era una cueva grande y con mucha luz.

Un día de verano,  Eduardo se encontró con  una elefanta que se llamaba  Marina. Era  alegre y vivía en un castillo enorme. Marina  invitó a Eduardo a su palacio. Se hicieron muy amigos y como necesitaba un guarda le contrató. Ayudó  a los aldeanos a limpiar sus casas, a cocinar, en el colegio etc…  Ganó mucho dinero  y  vivió muy feliz siempre  en el reino.